El Miércoles Santo y con ocasión de la procesión infantil o de los niños, acudí al desfile sin muchas ganas de fotografía, es como todos los años, algo repetitivo, vamos que parece que es una película que ya la has visto.
Primera parada en la calle mayor, de frente como los buenos toreros, esperando que algo o alguien me sorprendiera para disparar o el móvil o la sonyeta, y van pasando y pasando y como dije al principio, lo mismo de todos los años, las figuras pequeñas, que apenas dan juego, los adultos entre los niños, en fin nada, creo me voy a casa sin lograr nada, bueno relativamente, porque instantáneas o vídeos si llevo, pero que me impacten y me hagan sentirme satisfecho, nada de nada.
Pasa el desfile y me doy otra oportunidad, esta vez aparco mi cuerpo en la plaza, esperando la imagen que me satisfaga, y de pronto me llega, jajajaja, la gran instantanea, entre tantas sayas uniformadas, algo me llama, increíble la audacia, unos zapatos rojos mi atención atrapa, jajajaja.
No conocía a la dueña de tan magnifica hazaña, me sonaba, pero no me lo esperaba, una de mis ganadoras en otras tomas ya realizadas, la chica de las espigas un día de las ofrendas, ya recuerdo, Consuelo se llama, de nuevo lo necesito, con urgencia tengo que felicitarla y entregarle otro trofeo por ser tan resalada, jajaja, casi, casi un pareado, me ha salido para tal dama, solo felicitarte quiero y a la espera de que me sigas sorprendiendo, a mi y a todo el mundo que aprecie el gusto con que te calzas.
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