Hoy ha sido un día especial, después de pasar una noche malisima con muchos dolores, amanecí con ganas de vivir, algo muy importante en mi condición de viejuno, como estoy ya.
Salí temprano a andar, sobre las 6:30 aprox. decidido a fotografiar mi árbol, el que junto a mi jefe de entonces Luis Julian, plantamos en la entrada a la empresa,en principio creíamos era un pistacho, pero pronto descubrimos que era un ginko biloba, traída la semilla desde china por mi cuñado Julian.
Bueno algo penoso lo que me encontré un palo tieso, como una escoba , pero muerto, no entiendo el porque aun lo conservan, sera por lo que me echan de menos, jajaja, deje allí una buena huella.
En fin ni foto ni nada, no merecía la pena tener ese recuerdo, decidido a encontrar algo hermoso que retratar y viendo cerca una plantación de girasoles, aun sin haber salido el sol, me largue a su encuentro, bueno ellos permanecieron inmóviles, aun los girasoles no aprendieron a andar, girar, giraran, pero lo que es dar los primeros pasos, creo no lo han llegado a superar.
y mientras esperaba la salida del astro rey, allí sentado entre los girasoles se me apareció esta imagen, un girasol acariciando con una de sus amarillentas hojas la luna, no me digan eso no es amor, con esa ternura, esa paciencia, con la suave brisa meciendole los petalos y asi suavemente e imaginariamente acariciando a su amor, si el sol es su dueño, el que las guía, el que les da el nombre, pero ella no, esta flor de girasol no lo sigue, ella ama a la luna, este es su amor.
