Después de la visita a la Celadilla y comprobar que era cierto lo del agua, nos animamos y queríamos ver mas, mas agua, mas aves, mas de todo y salimos rumbo al complejo lagunar de Manjavacas.
Ya cerca de la ermita las empezamos a vislumbrar, nada a mi no me parecía agua lo que se dejaba ver, y menos no se avistaba ni una sola ave, no se, ya mas cerca la luz parecía dibujar aguas azules y profundas en medio de tan cantidad de extensión salobre, que era lo que teníamos al alcance de nuestros ojos.
Aun mas cerca ya no sentimos derrotados, ni un gotazo, no una lamina superficial de agua, que fiasco, con la cabeza agachada y hundidos los tres visitantes no sentimos derrotados.
Gracias que aun teníamos algo importante que ver, a la reina de la mancha por estas lindes, a Ntra. Sra. de Manjavacas, la muy hermosa imagen de los Moteños y de todo el que la venere, es grande muy grande la devoción que se tiene a esta imagen.
No defraudo, como siempre nos gusto el silencio de su ermita, su luz, y con el cambio de santeros la imagen exterior, todo limpio, todo pulcro, no digo antes no estuviera, pero ahora hay mas juventud en los santeros y eso se hace notar, Además han puesto un huerto y una granja las dos cosas pequeñas, pero que si se va con niños seguro que les va a encantar.
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